El clima nos jode o nos deprime, pero no es el clima en sí, es que de cierta forma no existe el calor esperando que tanto nos gusta y nos sentimos más solos porque no hay nadie quien nos abrace el cuerpo y nos de un poco de calor.
Personalmente me gusta ése clima, salvo cuando llueve que todo salpica y las combis y carros nos embarran el traje, y peor aún cuando llegas a tu trabajo todo maltrecho, porque es bien sabido que la gente nos trata como nos ven.
Para mi el invierno es manejable, el frío se quita con una bebida caliente y abrigándose, aunque éstos días no haya sentido tanto la baja temperatura como las demás personas, cosa que me sorprende porque yo antes era muy friolento ahora, no soy tarzán, pero no tirito por el aire casi helado que pasa por mi cara.
En realidad me gusta el frío, me gusta que todo esté tan calmado, claro que gozarlo depende de cuantas facilidades tengamos para contrarrestarlo, un abrigo, un lugar cálido, una buena compañía, etc.
Y sobre todo el silencio, la paz, la tranquilidad de tener colores que me encanten, el cielo panza de burro de Lima, las nubes cargadas son nostálgicamente hermosas, hay que descubrir la hermosura en sus distintas versiones.
Disfrutarlo mientras dure hasta aburrirme de éste tiempo y esperar el calor y algarabía del verano, a que mi novio le gusta y bueno a pesar que no lo haya gozado mucho veremos si me convence ésa época de brillo solar, lo que si no quiero es que me de cáncer o envejezca, la salud y algo de vanidad por delante, total uno nunca sabe cuanto va a vivir y si hay de morir, pues que sea con dignidad y no como hoja arrugada de cuaderno que no sirve.
